Tendencias para el 2021

El 2021 es un año simbólico, porque marca el inicio de la tercera década del siglo XXI. Es un año de esperanza, porque en él están depositados nuestros anhelos para dejar atrás, de una vez por todas, el caótico 2020 y el virus Sars-Cov2, que no permite normalizar nuestras vidas.

Si bien ya existen las vacunas, será hasta el 2022 cuando la mayoría de la población, a escala mundial, reciba la ansiada dosis. Mientras tanto, la vida seguirá con el distanciamiento social y los rebrotes.

¿Cómo será la era postcovid?

En un ejercicio para proyectar tendencias del 2021, expertos en diversas áreas e industrias ofrecen ideas sobre cómo serán algunos aspectos de nuestras vidas.

Algunas tendencias llegaron para quedarse, como los modelos híbridos de trabajo y de estudio, los cuales consideran modalidades a distancia y presencial.

Otras tendencias son parte de la digitalización de nuestras actividades cotidianas, la cual se aceleró debido al confinamiento.

En cualquier caso, es interesante visualizar lo que nos depara el año nuevo, no como una forma mística de adivinación, sino como la construcción de escenarios que toman en cuenta prácticas presentes en nuestras sociedades, en distintos grados de adopción.

Debemos advertir que las tendencias aquí descritas son generales, por lo que no se aplican en todos los casos, aunque se citan ejemplos de algunos países. Las proyecciones se analizan desde una óptica internacional.

Estas son las algunas de las tendencias que veremos en el 2021.

1. Modelo híbrido de estudio y trabajo

Antes de la pandemia pocas personas habían escuchado el término educación híbrida, un modelo que permite a los estudiantes tomar clases de forma presencial y a distancia, siguiendo un solo plan de estudios. En el 2021 este modelo será parte de la llamada “nueva normalidad”.

Dado que el distanciamiento social es la forma de evitar la propagación del virus, instituciones educativas en distintos niveles (desde primaria hasta universidad) exploran la aplicación del modelo híbrido para garantizar el retorno a clases presenciales.

Los alumnos que no tienen acceso a recursos tecnológicos serán los primeros en retomar las actividades presenciales, mientras que otros seguirán con las clases a distancia.

Se prevé que el regreso sea alternado, ya que la socialización escolar es fundamental para el desarrollo cognoscitivo de los estudiantes.

En el ámbito laboral, algunas empresas constataron que la productividad no está peleada con el trabajo en casa. Se adoptarán esquemas flexibles. Los trabajadores realizarán algunas de sus funciones a distancia, e inclusive se mantendrán las reuniones por videoconferencia, como parte de la nueva cultura laboral postcovid. Los empleadores serán más selectivos en determinar qué tipo de actividades requieren ser presenciales.

Desafortunadamente, el modelo híbrido no tiene cabida en todos los sectores. Se aplicará principalmente en las industrias del conocimiento, aquellas que requieren un desempeño intelectual, más que físico.

Los sectores de servicios y manufactura quedarán excluidos, ya que por su naturaleza requieren la presencia de los trabajadores. Sin embargo, no toda la plantilla tendrá la misma jornada. Se priorizará que las personas más vulnerables, o aquellos que tengan hijos pequeños hagan trabajos a distancia.

En la nueva cultura laboral las empresas serán responsables de pagar el gasto en internet y el equipamiento informático de sus empleados para el home office. Esta modalidad también representa una ventaja para las compañías, porque pueden ahorrarse gastos en la renta de oficinas. El balance final debe considerar otros factores de costo-beneficio, tanto para las empresas como para los trabajadores.

El principal obstáculo para llevar a la práctica el trabajo híbrido es la voluntad de los empleadores.

Quienes crecieron en la vieja escuela laboral, que privilegia lo presencial, exigirán que sus trabajadores acudan a la oficina para acumular horas, en lugar de completar proyectos. Más que un tema tecnológico, el reto es el cambio de mentalidad. También es un tema de confianza entre trabajadores y empleadores.

2. Redescubrimiento del trabajo freelance

El trabajo freelance es concebido para personas que no desean comprometerse de tiempo completo con una empresa, o para aquellos que no encuentran un trabajo estable.

La pandemia ha traído consigo una reconceptualización del freelance.

En la medida en que existen mayores oportunidades de colaboración a distancia, también se abre la puerta para que personas en distintos sectores exploren el trabajo orientado a proyectos, sin ser parte de una empresa. Este fenómeno es provocado por la contracción de empleos. Pequeñas y medianas empresas (PYMES) no sobrevivieron al paro de actividades por el confinamiento. Las que se mantienen pasan por un proceso de reestructuración.

Ante un contexto económico complicado, se privilegiará la contratación de personal orientado a la realización de proyectos, como una válvula de escape para retomar el camino de la empleabilidad.

Por ello, en el 2021 veremos más freelanceros. El riesgo es que se precarice aún más el empleo. Pero también se prevé una competencia entre las empresas que buscan atraer a los mejores talentos, esto puede incentivar una mejora en las condiciones laborales.

Diversas plataformas ofertan trabajos freelance. Funcionan como un punto de conexión internacional para escritores, fotógrafos, diseñadores, comunicólogos, músicos, profesores, por mencionar algunas profesiones. En estos empleos tendrán mayor ventaja quienes dominen más de un idioma. Por supuesto, el inglés es la lingua franca.

Por otra parte, el concepto de nómada digital, aquellas personas que trabajan a distancia desde cualquier parte del mundo, cobrará un mayor sentido. Será visto como una alternativa más para el desarrollo profesional, y no como una opción exótica para unos cuantos.

3. Telemedicina, modernización hospitalaria y más personal médico

Ante la necesidad de reducir riesgos en la salud pública, y evitar aglomeraciones en los hospitales por la presencia de pacientes con enfermedades no graves, la telemedicina cobrará mayor fuerza.

En casos en los que se requiere analizar los primeros síntomas de una enfermedad, los médicos tratarán a sus pacientes a distancia y realizarán más consultas mediante videoconferencia.

De hecho, esta tendencia la hemos visto en los casos de pacientes no graves de Covid-19. A muchos de ellos, sobre todo los que no padecían enfermedades de riesgo (diabetes, hipertensión), se les dio seguimiento médico a distancia, pidiéndoles acudieran al hospital sólo si su condición se agravaba. De este modo, la saturación hospitalaria permitió explorar las ventajas de la telemedicina en casos no graves.

También se espera un cambio en la cultura de salud en las personas. Será un proceso lento con altibajos, pero constante. Las políticas públicas se enfocarán en lanzar campañas de concientización para que las personas adopten estilos de vida más saludables. A los pacientes se les pedirá (o de plano se les exigirá) ser proactivos en sus cuidados. Es bien sabido que la mejor medicina es la preventiva.

La pandemia también dejó al descubierto la fragilidad de las instalaciones hospitalarias que no cuentan con el equipo médico básico para hacer frente a enfermedades infecciosas. Se desarrollarán nuevos protocolos sanitarios para reducir los riesgos de contagios entre pacientes y entre el personal de salud.

Algunos hospitales han automatizado sus procesos sanitarios para reducir riesgos, como ejemplo, el uso de robots desinfectantes equipados con rayos ultravioleta. También se instalarán cámaras térmicas para detectar de forma rápida a pacientes con síntomas y lámparas que pueden eliminar agentes patógenos.

En algunos países la pandemia evidenció el déficit del personal de la salud, tanto de médicos como de enfermeras y enfermeros. Será una prioridad para los gobiernos solventarlo, por lo que aumentará la oferta educativa pública y privada para formar a profesionales médicos.

4. Aprendizaje flexible

En un mundo que cambia aceleradamente se requiere una mayor capacidad de adaptación. Por ello, se valora a aquellas personas que poseen habilidades para adaptarse rápidamente a los cambios.

En la lejanía quedaron los años en los que se aprendía una habilidad en la escuela y ésta perduraba en la vida laboral. Ante los avances tecnológicos y la automatización, todas las profesiones y todos los oficios sufren cambios constantes y permanentes. Somos aprendices de tiempo completo.

Dentro de las habilidades profesionales, se requerirá que las personas aprendan de forma flexible, con el fin de enfrentar contextos inciertos y volátiles. Innovar no es otra cosa que solucionar problemas en formas no convencionales.

Quienes más rápido comprendan los cambios y los adopten, estarán en posición de ventaja en un mundo hipercompetido. Sin importar el campo del conocimiento, la profesión o el oficio en cual nos desempeñemos, el aprendizaje flexible es la habilidad del siglo XXI.

5. Banca en línea y pagos electrónicos

Si usted viviera en China, le sería de lo más común salir de su casa sin dinero en efectivo y pagar todo con su celular, mediante códigos QR. Es más, le resultaría extraño tocar billetes y sentir monedas en sus bolsillos.

Estamos lejos de vivir en una economía como la china, donde el efectivo es cosa del pasado. Pero es un hecho que el uso del dinero físico va en declive conforme se digitalizan nuestras sociedades. Nuestras transacciones serán cada vez más electrónicas.

La pandemia también aceleró el uso de la banca en línea y el comercio electrónico.

El sistema bancario y las empresas fintech se adaptaron a los tiempos digitales antes que otros sectores, automatizando la mayoría de sus procesos. Algunos bancos registran poca afluencia porque todas las operaciones se realizan en línea. Y el personal de las sucursales se remite a instruir a los usuarios en cómo utilizar las máquinas para hacer transacciones electrónicas.

Si bien en países como México, donde la bancarización es la más baja de Latinoamérica (sólo 36.9% de la población total tiene una cuenta en el banco), la tendencia puede revertirse mediante el uso celulares como el nuevo monedero electrónico.

La principal barrera para la adopción de esta modalidad es la falta de confianza hacia las instituciones bancarias, que además de cobrar altas comisiones, sus fallos constantes en la banca en línea alejan a los clientes. Sin mencionar que los usuarios no se sienten seguros por los fraudes y potenciales hackeos a sus cuentas.

Por otra parte, el uso de dinero electrónico será promovido decididamente por los gobiernos, ya que permite combatir la evasión fiscal y los delitos de lavado de dinero. Será una tendencia a paso lento en países con poca penetración bancaria.

El dinero en efectivo será cada vez menos utilizado especialmente entre los adultos jóvenes, debido a sus patrones de consumo en línea.

6. Pruebas Covid para viajar al extranjero y pruebas en casa

De nuevo regresamos al ejemplo de China, porque fue uno de los primeros países que requirió las pruebas negativas de reacción en cadena de la polimerasa (conocidas como PCR, por sus siglas en inglés), tanto a extranjeros como a nacionales, que ingresaran por vía aérea. En un principio, la validez de la prueba era de 72 horas, después se redujo a 48. Se cuenta la validez desde la toma de la muestra, no la fecha en que se entregaron los resultados. También se exige la prueba serológica conocida como anticuerpos la prueba IgM (inmunoglobulina M) y los IgG (inmunoglobulina G). Y aunque los viajeros sean negativos de Covid-19, deben pasar una cuarentena obligatoria de 14 días, en un lugar asignado por las autoridades y bajo su propio costo.

México es la otra cara de la moneda por la laxitud en sus controles. Desde que se declaró la emergencia sanitaria, el país no ha cerrado sus fronteras. A los viajeros que llegan vía aérea sólo se les realiza un breve cuestionario y no se les exige someterse a cuarentena.

El punto medio para retomar la conectividad aérea global se encuentra entre lo estricto de los chinos y lo flexible de los mexicanos.

La industria aérea ha sido una de las más golpeadas por la pandemia (los viajes internacionales cayeron 92% respecto a 2019). Con el fin de retomar paulatinamente los viajes de negocios, educativos o turísticos, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) ha pedido desarrollar e implementar pruebas de diagnóstico Covid-19 que sean rápidas, precisas, asequibles, fáciles de aplicar, escalables y sistemáticas en todos los pasajeros antes de que aborden un avión.

Quienes resulten negativos en la pruebas no tendrían que verse obligados a realizar una cuarentena, ya que esto inhibe retomar los viajes internacionales.

En 2021 veremos en todas las aerolíneas la estandarización de estas prácticas. Se exigirá a los pasajeros presentar el certificado médico negativo de Covid-19, condición para que puedan emprender el vuelo.

Por otra parte, también veremos la comercialización de pruebas rápidas de Covid para realizarse en casa, como si se tratara de pruebas de embarazo.

Los expertos son escépticos ante este tipo de pruebas rápidas, porque consideran que las personas pueden ser descuidadas al tomar sus muestras, y en consecuencia obtener resultados equivocados, como falsos negativos.

Pese a estas preocupaciones, es prácticamente un hecho que las personas ya no tendrán la necesidad de acudir a un laboratorio, o formarse en un quiosco durante horas para hacerse una prueba Covid.

Elume, el fabricante australiano de la prueba rápida de coronavirus, recibió la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), el regulador en Estados Unidos. De este modo, podrá comercializar su kit y será una alternativa de pruebas rápidas que no requieren prescripción médica.

Quienes sospechen ser portadores del coronavirus, saldrán de la incertidumbre mediante este kit Covid-test, el cual podrán comprar en las farmacias a un costo promedio de 30 dólares, y también podrán adquirirlo en línea y recibirlo en casa. El resultado de la prueba estará listo en menos de 20 minutos, según promete la empresa.

El fabricante prevé producir 3 millones de pruebas en enero, y aumentará la producción durante la primera mitad de 2021. Será cuestión de tiempo para que el kit esté disponible en otros países.

Hasta aquí concluimos el repaso de algunas de las tendencias que nos esperan para 2021.

Aprovecho la ocasión para desearles lo más invaluable que podemos tener en la vida: salud, porque con ella podremos hacer todo lo demás.

Feliz 2021.

2 Comentarios

  1. «El balance será positivo entre el pago del equipamiento para sus empleados y gastos de oficinas.»

    ¿Por qué consideras que el balance será positivo? El simple hecho de pagar gastos como partes proporcionales de Luz y de Internet y no poderlos hacer deducibles no es ninguna ventaja. En el tema laboral, el riesgo es mucho más alto en virtud de que cualquiera se puede «inventar» un accidente laboral en casa. Por otro lado, el tema de la NOM35 debería revisarse nuevamente. Creo que tu publicación no está totalmente fundamentada porque no estás considerando muchos factores. Es la típica publicación que hacen los que desconocen los temas a fondo.

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    1. Estimado lector. Más que decir que «el balance será positivo», debería mencionarse el tema costo beneficio,tanto para empresas como para empleados. Debe considerarse que la tendencia como todas las mencionadas, son generales retomando experiencias de varios países, por lo que la normatividad local es diferente y seguramente habrá particularidades que no aplican para México. Agradezco el tiempo en su lectura y aprecio su comentario. Aprovecho también para desearle un feliz 2021.

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